Escribo esta nota para comunicarte cómo me siento, porque a menudo no me salen las palabras o no sé expresarme con suficiente claridad, o quizá me expreso pero me parece que no me entiendes y sé que no es fácil entenderme, y para ti todo esto también es nuevo. También sé que no tienes todas las respuestas y que también te puede costar afrontar esta situación, por eso intento aclararte un par de cosas que para mí son muy importantes. Te agradecería que lo leyeras con atención.
Como ya sabéis, nuestra lactancia, mía y de mi bebé, no está siendo fácil. ¡Quién dijo que esto sería sencillo! Pero te tengo que decir que a pesar de que no es fácil y a menudo me puedes ver cansada, agotada o triste, en realidad estoy haciendo justo lo que quiero hacer. Entiendo que te hago sufrir, entiendo que deseas ahorrarme este padecimiento y no sabes cómo hacerlo y piensas que sería más simple tirar la toalla y que me olvidara de esta “obsesión” que piensas que tengo al querer dar el pecho a mi bebé. Sé que sientes que este es también tu bebé, sé que le amas y sé que quieres lo mejor para él y lo entiendo, pero soy su madre y estoy haciendo lo que pienso que tengo que hacer: darle el pecho.
Estamos viviendo un momento muy especial y a la vez complicado, esto es nuevo para todos nosotros pero aquí los protagonistas de la película somos nosotros y queremos vivirla a nuestra manera, respetamos cómo lo hayas hecho tu o cómo piensas que debería ser, pero ahora queremos hacerlo a nuestra manera.
Sé que piensas que dejar la lactancia sería la solución y así dejaría de sufrir pero te quiero decir que así no me ayudas, por ahora no quiero que esta sea “la solución”. Esto no es lo que me hace falta o lo que pienso que necesitamos. Cada vez que me dices que lo deje me haces daño, porque aunque lo digas con buena intención tus palabras no me ayudan:
No me ayuda que me quieras hacer cambiar de idea;
No me ayuda que te niegues a escucharme o que no quieras saber nada de todo ello;
No me ayuda que me mires con malas caras o que me digas cosas para intentar hacerme reaccionar: le estás matando de hambre, no sé por qué te complicas la vida, déjalo de una vez, le estás haciendo daño… y mil frases similares.
Quiero amamantar o quiero intentar hacerlo, quiero intentar todas las opciones… No me quiero rendir aún. Y si me amas, estarás a mi lado en mi decisión.
Necesito que me ayudes:
Necesito sentir que estás a mi lado.
Necesito saber que me amas y respetas mis deseos.
Porque cada vez que dudas de mí, de mi decisión, me haces daño y me entristezco y me siento muy, muy sola. Y como sé que nos amas te quiero pedir un cambio de actitud, que pienses en lo que te estoy pidiendo, que apuestes por mi deseo.
Porque sin ti no lo puedo hacer, no puedo ni quiero estar sola ahora. Necesito que me preguntes qué necesito, necesito que me acompañes al grupo de apoyo, que me hagas las tareas de casa, que me acompañes si me derrumbo y me coge una llorera, que me abraces cuando esté cansada… es necesario que estés de manera incondicional a mi lado.
¡Gracias! Sé que puedes.
Ánonimo