Como es posible que conozcas o hayas oído sobre los beneficios de la estimulación temprana, seguramente quieres intentarlo. Esta es una tarea interesante, importante y divertida que se convertirá en toda una aventura.
¿Es un juego?
Sí y no. El juego es una de las herramientas más eficientes para estimular a tu hijo, pero no es la única. Su olor, voz, el calor de su piel, recibir caricias, son estímulos que está recibiendo desde que nació y que excitan su curiosidad por el mundo.
Estimularlo es brindarle oportunidades para explorar, adquirir habilidades, desarrollar su inteligencia y comprender lo que ocurre en su entorno.
Se trata de potenciar su evolución motriz, cognitiva, social y emocional, como aún es pequeño, inicia por actividades de contacto para estrechar vínculos emocionales. Luego vendrán juegos y actividades para desarrollar su motricidad gruesa, motricidad fina, concentración y lenguaje.
¿En qué ayuda?
La estimulación temprana recorre todos los caminos: físico, intelectual, social y emocional. Se fundamenta en la repetición sistemática y consecutiva de actividades, ejercicios y juegos que facilitan cosas que van desde aprender a leer hasta desarrollar un pensamiento matemático.
¿Cuál es el papel de la mamá?
Si optas por estimularlo para que se desarrolle al máximo, tendrás que destinar a diario tiempo y energía para trabajar con tu bebé avivando sus potencialidades. Serás parte activa en sus ejercicios, sus juegos y su desarrollo integral.
¿Cuándo comenzar?
Durante sus primeros meses de vida, necesita más que todo, estímulos para sus 5 sentidos. Comienza ya, pero si ves que se cansa o llora déjalo para después, no es bueno sobre estimularlo.
¿Dónde hacerlo?
En sus brazos y en cualquier momento: acúnalo, tócalo, dale pecho, con esto estimulas sus sensaciones táctiles. Para desarrollar su oído y su inteligencia, háblale en susurros, sonríele y cántale nanas. Pasando a su visión, hágale muecas divertidas acercándose a su cara unos 25 o 30 cm. También puedes poner en práctica estímulos en la cuna, durante el baño, mientras pasean o en mil momentos más.
¿Hasta cuándo?
Siempre puede estimularse a las personas, pero se entiende como temprana porque va del nacimiento hasta los 6 años, época en la que aún hay procesos en progreso y puede apoyárselos para desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales.
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