Cuando su bebé tiene algún síntoma notorio, es importante contar con la asesoría de su médico lo antes posible.
Algunos síntomas para tener en cuenta son:
- Si tiene vómito varias veces durante el día.
- Si le sangra la nariz o tiene sangre en su orina.
- Diarrea.
- Fiebre (más de 38 grados centígrados) o temperatura baja.
- Cólicos por tiempo prolongado.
- Si se le dificulta respirar.
- Si no come o no puede pasar fácilmente la comida por su garganta.
- Si le han salido algunas manchas en la piel o alguna erupción alérgica.
- Si el bebé está muy quieto, como adormecido.
- Si convulsiona o ha perdido el conocimiento.
- Si tiene la piel o los labios de color púrpura o muy resecos.
- Si tiene tos.
- Si el bebé tiene alguna enfermedad como asma, etc.
- Si su pecho se mueve rápidamente al respirar o si emite un silbido que viene como desde el pulmón.
- Si presenta una gripa que lo desmejora rápidamente.
Los bebés lloran cuando tienen que expresar su incomodidad, pero si nada funciona para calmarlo, hágalo caso a su instinto y llame al médico. Es mejor, ante cualquier duda, consultar con el especialista.