Lo más importante antes de comenzar a practicar una rutina de ejercicio es que te asesores con tu médico para saber si estás en las condiciones óptimas para ejercitarte.
Una vez consultado, ten en cuenta que el aumento de la exigencia debe ser gradual. Además, si no practicabas algún deporte antes de quedar embarazada, debes tener mayor precaución.
Recomendaciones
1. Empieza con sesiones de 15 minutos y descansa 5 minutos. Hidrátate constantemente pues recuerde que durante el embarazo necesita más líquidos.
2. Controla tu frecuencia cardíaca cada 15 minutos. Para esto, cuenta el número de palpitaciones (latidos que se sienten en la muñeca) durante 15 segundos. Multiplica por cuatro. El número que resulte de esto debe estar por debajo de 90ppm. Si está más alto debe detenerse.
3. El momento de calentamiento es esencial para que calientes y te relajes. Reparte los ejercicios en diferentes momentos de tu día, por ejemplo: cuatro caminatas de 10 minutos durante el día. ¿Por qué? Será más fácil y el impacto es menor que una caminata de 40 minutos.
4. El ejercicio debes realizarlo con ropa cómoda y holgada que te permita realizar los movimientos con libertad, especialmente en la zona de barriga y piernas. Los zapatos también deben ser adecuados para el ejercicio, cómodos y con agarre.
5. Cuando te estés ejercitando, contrae el abdomen y las nalgas para ayudar a sostener la zona lumbar. No mantengas la respiración ni permitas que suba mucho la temperatura.
6. Incrementa el número de calorías que comes.
7. Ten cuidado al levantarte y acostarte. Si tienes 16 o más semanas no debes acostarse sobre la espalda al hacer ejercicio, esto puede disminuir el flujo de sangre hacia el útero.
8. Cuando termines tu rutina de ejercicio, recuéstate sobre el lado izquierdo y descansa entre 10 a 20 minutos.
9. Evita deportes de impacto.